lunes, 19 de octubre de 2015

PROYECTOS EN SALUD

Definición de proyecto:
Se define como la aplicación de conocimientos, herramientas y técnicas para encontrar una respuesta adecuada al planteamiento de una necesidad humana por ejemplo alimentación, empleo, vivienda, recreación, educación, salud, política, defensa, cultura
Todo proyecto debe involucrar un desarrollo enfocado principalmente en el bienestar humano como:
a. Un trabajo socialmente productivo, que haga sentir a los individuos útiles a la sociedad y a ellos mismos. b. Un nivel de ingreso satisfactorio y equitativo. c. Un nivel adecuado de alimentación y nutrición.
d. Un nivel adecuado de vivienda.
e. Un nivel adecuado de educación y cultura para que los individuos puedan comprender la realidad económico-social y política que les rodea y les permita mejorar continuamente sus conocimientos.
f. Un nivel adecuado en salud y protección social.
g. Un nivel adecuado de participación social y política para que todos los individuos puedan influir en las decisiones que afectan su vida. Además, dicho proceso de desarrollo debe permitir al entorno o área de influencia del proyecto, mantener un control eficiente de sus propios recursos, una independencia en sus decisiones y preservar el medio ambiente para las futuras generaciones.

CLASIFICACION DE LOS PROYECTOS
 Según su carácter
Los proyectos se pueden clasificar en:

Sociales.
Cuando la decisión de realizarlo no depende de que los consumidores o usuarios potenciales del producto, puedan pagar íntegramente o individualmente los precios de los bienes o servicios ofrecidos, que cubrirá total o parcialmente la comunidad en su conjunto, a través del presupuesto público de sistemas diferenciales de tarifas o de sus subsidios directos.

Financiero.
Cuando su factibilidad depende de una demanda real en el mercado del bien o servicio a producir,cuando el proyecto solo obtiene una decisión favorable a su realización si se puede demostrar que la necesidad que genera el proyecto esta respaldad por un poder de compra de la comunidad interesada.

Según el sector de la economía al cual están dirigidos Los Proyectos pueden ser:
1. Agropecuarios. Dirigidos al campo de la producción animal y vegetal; las actividades pesqueras y forestales; y los proyectos de riego, colonización, reforma agraria, extensión y crédito agrícola y ganadero, mecanización de faenas y abono sistemático.
2. Industriales. Comprenden los proyectos de la industria manufacturera, la industria extractiva y el procesamiento de los productos extractivos de la pesca, de la agricultura y de la actividad pecuaria.
3. De infraestructura social. Dirigidos a atender necesidades básicas en la población, tales como: Salud, Educación, Recreación, Turismo, Seguridad Social, Acueductos, Alcantarillados, Vivienda y Ordenamiento espacial urbano y rural.
4. De infraestructura económica. Se caracterizan por ser proyectos que proporcionan a la actividad económica ciertos insumos, bienes o servicios, de utilidad general, tales como: Energía eléctrica, Transporte y Comunicaciones. Incluyen los proyectos de construcción, ampliación y mantenimiento de carreteras, Ferrocarriles, Aeropuertos, Puertos y Navegación; Centrales eléctricas y sus líneas y redes de transmisión y distribución; Sistemas de telecomunicaciones y sistemas de información.
5. De servicios. Se caracterizan porque no producen bienes materiales. Prestan servicios de carácter personal, material o técnico, ya sea mediante el ejercicio profesional individual o a través de instituciones. Dentro de esta categoría se incluyen los proyectos de investigación tecnológica o científica, de comercialización de los productos de otras actividades y de servicios sociales, no incluidos en los proyectos de infraestructura social.

Dadas las características de los productos que elaboran o los servicios que se prestan, o de los beneficios que aportan, los proyectos se pueden clasificar de la siguiente manera:
  1. Proyectos sociales: Un proyecto tiene carácter social cuando su implementación y operación no depende necesariamente de la capacidad de pago de los consumidores o usuarios potenciales, ni de los rendimientos financieros sobre los dineros invertidos. Ejemplo, proyectos de salud, educación, saneamiento básico, recreación, etc. Tradicionalmente, el objetivo central de estos proyectos es el de mejorar el bienestar de una comunidad a través de la prestación de servicios o del suministro de bienes. Pero dejando de lado lo tradicional, y siendo un tanto alternativos, proponemos que un proyecto social debe tener como objetivo principal, mejorar la capacidad de acción y reacción de los individuos y comunidades participantes, en función de su relación continua en todos los ámbitos del medio en que cotidianamente se desenvuelven. Esta propuesta gana relevancia en la medida en que reconozcamos que el cambio continuo y la heterogeneidad, son características inherente al contexto al que estamos habituados.
  2. Proyectos productivos: Estos proyectos tienen como fin instalar y operar una capacidad transformadora de insumos con el fin de producir bienes con destino a atender necesidades de consumo. Sus posibilidades de implementación y operación dependen de la existencia de la demanda real en el mercado con la suficiente capacidad de comprar para permitir una rentabilidad mínima al capital comprometido por los inversionistas del mismo. Ejemplo, proyectos de transformación industrial, de producción agrícola o agroindustrial empresarial capitalista, de explotación minera, etc.
Es pertinente recalcar que la implementación de un proyecto productivo es un instrumento de desarrollo y no un fin en sí. Con los proyectos productivos lo que se pretende es crear las condiciones para que las comunidades de una localidad o región, puedan por sí mismas generar posibilidades de mejoramiento económico y social. De esta forma, un proyecto de este tipo puede ser, antes que una acción delimitada y concreta, todo un proyecto de región en donde las comunidades junto a los agentes pomotores de desarrollo, comprometan sus esfuerzos en el aprovechamiento o en la generación de ventajas comparativas que faciliten su incursión en el mercado.
  1. Proyectos de infraestructura: Tiene como propósito fundamental crear condiciones facilitadoras, inductoras o impulsoras para el desarrollo económico. El producto del proyecto sirve de instrumento para que las comunidades y los agentes económicos desencadenen actividades productivas que mejoren sus ingresos y condiciones de vida, y propicien efectos económicos hacia otros grupos sociales. Ejemplo, carreteras, centrales eléctricas, distritos de riego, sistemas de comunicación, servicios públicos, etc. Con esto último queremos decir, que todo proyecto de infraestructura, pese a que generalmente se concretiza por medio de obras de metal y cemento, tiene como fin responder a las necesidades y aspiraciones de la gente. Los productos de este tipo de proyectos deben ser entendidos como un complemento que suma beneficios para el logro de un propósito más amplio, el cual debe estar centrado sobre el desarrollo humano.
  2. Proyectos educativos: Cualquier tipo de proyecto puede y debe tener un carácter educativo. La experiencia vivencial, producto de la inmersión en la búsqueda de un propósito común, capacita e instruye a quienes participan en el análisis e interpretación de las diferentes variables que intervienen en la solución de los diferentes problemas abordados. Los proyectos sea cual sea su objetivo, deben considerar siempre el aporte de un saldo pedagógico en quienes participan en su ejecución.

Desde una visión clásica del desarrollo, los proyectos se clasifican respondiendo al tipo de bien o servicio ofrecido, es decir, su definición es de corte utilitarista.
Sin embargo, queremos llamar la atención sobre cual debe ser el propósito general de cualquier intervención sobre las condiciones de vida de los otros. Siendo sintéticos y hasta un poco caricaturescos, podemos decir que el desarrollo puede ser entendido de dos formas. Primero, como la satisfacción de ciertas necesidades básicas, lo cual se logra permitiendo el acceso a ciertas cantidades mínimas de bienes y servicios. Y segundo, mediante el desarrollo de capacidades en la gente.
Nuestra propuesta se orienta más por la segunda. Siguiendo los planteamientos de Amartya Sem, es conveniente reparar sobre la siguiente premisa: no es suficiente proporcionar a la gente cantidades mínimas de bienes y servicios, además de esto es fundamental propiciar en ellos la generación de capacidades para que puedan usarlos en función de sus metas y aspiraciones. En otras palabras, se trata de que a través de la formulación y ejecución de proyectos no se continúe replicando el modelo asistencialista, sino que, en lo posible, se trate orientar las acciones hacia el desarrollo de competencias autogestionarias y de empoderamiento de los individuos, grupos o comunidades participantes. Por eso la tenencia o el acceso a los recursos es preciso comprenderlos como medios y no como fines en sí mismos.

Mientras la satisfacción de necesidades responde al qué se puede hacer por la gente, las capacidades apuntan hacia el descubrimiento de qué puede hacer la gente tanto con lo que tiene como con lo que puede adquirir. Esta última premisa sugiere que la participación de los actores en la intervención sobre su propia realidad, es la forma más coherente para el descubrimiento de sus potencialidades y para asegurar el éxito y la sostenibilidad de las acciones emprendidas. Es muy probable que dichas potencialidades se hayan mantenido en un estado de perpleja latencia, y que lo que haga falta sea dar un impulso hacia el descubrimiento de lo que se puede hacer, dando, sobre todo, mediante la puesta en marcha de procesos concretos, un alto nivel de autoconfianza a cada uno de los actores en juego.

Con el animo de entender un poco mejor lo relacionado con el componente social de los proyectos en salud les invito a desarrollar la siguiente lectura siguiente lectura

TAREA 

De conformidad con la información recibida, de manera individual describa lo que entiende por proyecto de intervención social. 

Fecha de entrega: octubre 21 de 2015 4:p.m.
Medio: blog salud publica II